lunes, 12 de enero de 2009

Resistencia Pedagogica

ANTE LA SANCIÓN DE LA NUEVA LEY PROVINCIAL DE EDUCACIÓN

LA AGRUPACIÓN ROJO Y NEGRO DE AGMER CONVOCA A

LA RESISTENCIA PEDAGÓGICA

En estos días la Legislatura de la Provincia se apresta a sancionar la Ley Provincial de Educación sin una verdadera participación de los docentes entrerrianos. Si cree el Gobierno que con dos días institucionales y una encuesta direccionada a los padres es “participación”, evidentemente es más de lo mismo en estos “25 años de Democracia” formal, vertical y representativa.

“ La noción real de participación presupone la constitución y construcción de un sujeto histórico… implica en consecuencia un proceso de crecimiento de los grupos sociales en su capacidad de recuperar la memoria colectiva fragmentada, de identificar sus intereses y necesidades… demandar socialmente no es emitir una opinión, es la expresión organizada y colectiva de necesidades y reivindicaciones que los miembros de un grupo social buscan implementar a través de decisiones institucionales y/o públicas.” M. T. SIRVENT – Cultura popular y participación social.

El sistema educativo está en crisis tanto como lo está la sociedad en su conjunto.
El escenario actual de fragmentación y desarticulación incluye a la escuela como institución y a los trabajadores de la educación en cuanto sujetos.
El rol social de la escuela se ha modificado siendo receptora de toda la demanda social, se reclama de ella respuesta a la vez que se la culpabiliza y desprestigia.
El docente en cuanto trabajador se halla precarizado por el deterioro de las condiciones sociales, económicas y culturales en la que desarrolla su trabajo y la pérdida del poder adquisitivo de su salario. Estas condiciones han operado en nuestra condición de educadores generando malestar al que se le debe sumar la pérdida del control sobre nuestra tarea por las prescripciones externas burocráticas que han sobreexigido la tarea individualmente; perdiendo la visión de conjunto.

Nuestro rol como educadores ha sido colocado en el lugar de la incertidumbre por el cambio social de función que la ley de educación no da cuenta. La sobreexigencia marcada por la actividad constante y la asunción de múltiples responsabilidades no pedagógicas y el exceso de obligaciones administrativas.
El malestar docente en cuanto a marcas físicas y psicológicas producto del desgaste y la violencia a la que estamos sometidos cotidianamente, las múltiples pobrezas que engendran múltiples violencia : la tarea docente en permanente riesgo de flexibilización laboral, la política educativa no garantiza a los trabajadores un salario acorde al costo de vida y tampoco la estabilidad.
Nuevos golpes planea la política oficial al pensar la función directiva como gerenciadora, separando la carrera docente, fragmentando nuevamente la tarea docente e hiriendo de muerte tanto la carrera como el escalafón.
Esta política de la fragmentación y de la atomización está destinada a evitar lazos solidarios y de organización.

Como educadores con una función social, ética y política, nuestra tarea debe contribuir a ser :

Crítica : aportando una visión no naturalizada de la injusticia y colaborando en
el desarrollo de experiencias institucionales de igualdad, justicia,
democracia y solidaridad.

Democrática : priorizando la pedagogía de la producción colectiva de un currículum
soberano que recupere la autonomía del trabajo docente.

Formadora : desarrollando experiencia de participación real para ciudadanía crítica.

Crear otra escuela que pueda pensar la transformación requiere confrontación, lucha para crear las condiciones prácticas y concretas del cambio.
La escuela requiere tanto cambios pedagógicos como políticos que le permitan articular su lucha con la de otros sectores para que como decía Paulo Freire “sea posible mañana el imposible de hoy”.