Hoy Entre Ríos es escenario de una de las primeras reformas educativas a nivel país, producto de la sanción de la nueva ley nacional de educación y su correlato provincial. El resto de las jurisdicciones toman este año 2010 como de debate.
Una lógica de fuerte cambio pregonado en los medios de comunicación y plasmado en un dispositivo oficial que contempla un grupo de escuelas llamadas muestrales o como en otros tiempos de reforma educativa Piloto, inician el Proceso de “re-significación de la escuela secundaria”.
Desde la democracia, en nuestra provincia, hemos estado varias veces de reforma educativa. Los planes educativos han durado el término de una gestión de gobierno, a lo sumo dos y luego nuevas ideas, nuevas formas de organizar, transferencias, reciclajes, reubicaciones, el cambio...
Muchas discusiones, cruces de opiniones, debates, asambleas, etc. Constituyen, el sano ejercicio de la democracia y la pluralidad necesarias para hacer del ambiente social un espacio pedagógico, que forme y eduque en la diversidad y la pluralidad.
Como colectivo docente nucleado en Agmer y como representación de los trabajadores de la Educación en el CGE hemos tomado postura frente a todas las reformas, marcando el firme compromiso de estar en todas las escuelas y en todos los procesos por ser sujetos activos del sistema educativo. La batalla más duradera y firme involucro a los docentes en la lucha contra el neoliberalismo y sus principios, realizando una fuerte disputa de sentido que finalmente derogo la Ley Federal. Sin embargo sus consecuencias son ineludibles como diagnostico de lo existente.
Frente a esto reclamamos mayores tiempos de debate, la no implementación apresurada y el involucramiento de toda la sociedad frente a un cambio que juega el futuro de los entrerrianos.
El debate sobre el tiempo es un objeto de lucha política, un espacio de lucha gremial. El tiempo es un recurso que se organiza de diversas maneras y en esto juega las ideas políticas y pedagógicas. La escuela y sus tiempos no son iguales a los tiempos políticos de los funcionarios de educación y sus lógicas.
Cuando hablamos de tiempos pedagógicos hacemos referencias a la necesidad de encontrar en términos institucionales el trabajo intelectual que es colectivo.
El transcurrir de la reforma no puede darse separada de la historia recorrida y mucho menos puede arrogarse ser fundacional en un sistema que reconoce múltiples genealogías dentro de sí.
En este aspecto el dispositivo oficial de la reforma apela a algunas formas conocidas, el de la implementación sectorizada, el hecho del involucramiento voluntario, pretendiendo invalidar la opinión sindical, el del antagonismo ensayando asociar el posicionamiento sindical con visiones individualistas y neoliberales, criticando sus herramientas de lucha e invalidando sus principios gremiales.
Nueva Constitución Provincial, nueva Ley de educación, marcan un horizonte cultural para los entrerrianos que integra a la idea de la ciudadanía la extensión del derecho a la educación y en este sentido el aparato institucional debe garantizarlo. Gobiernos que inviertan en educación, que construyan escuelas y las equipen de bancos, sillas, libros, tizas, pizarrones, laboratorios, computadoras, etc. Que creen cargos y horas que constituyan equipos directivos y gabinetes interdisciplinarios que privilegien a los niños y jóvenes que garanticen el deporte y la correcta nutrición, que integren a los sujetos con capacidades diferentes, que respeten un plan de gobierno educativo construido democráticamente para que todos los sujetos puedan intervenir y sea la consigna de todos los entrerrianos una escuela pública que piense en el futuro.
Pero la realidad es otra, la política educativa entrerriana genera un marco simbólico donde ignora las condiciones materiales del sistema, las escuelas muestrales tienen problemas edilicios, no tienen aulas adecuadas ni espacios multifuncionales, no cuentan con el mobiliario y carecen de personal suficiente. Se nos plantea una reforma de horas de clase y materias regulado por el discurso de la credibilidad en el proyecto y haciendo co- responsables de la reforma a los docentes.
El debate entonces se inscribe en las horas cátedra en más o en menos, en el tiempo como bisagra, en las nuevas materias y en las que desaparecen, en como se organiza el tiempo institucional y el trabajo docente.
En relación al trabajo docente hemos recibido varias interpelaciones sobre los procesos de defensa de los trabajadores de la educación, esta lucha es parte constitutiva de nuestra identidad como sindicato.
Ninguna reforma puede plantearse en el marco de la perdida de derechos laborales, los últimos años han estado jalonados por la falta de reconocimiento material y simbólico a la tarea docente. Como ejes de defensa irrestricta del trabajo docente, el Estatuto del Docente entrerriano marca como consignas la estabilidad y la carrera docente.
En el desarrollo de las diferentes formas organizacionales de la escuela secundaria muchos espacios pedagógicos fueron precarios, flexibilizados, con figuras de transitoriedad, destinados a ser suplentes, temporarios, porque el 40% de las plantas de horas y cargos son temporarios en la provincia. Es decir no están en las partidas permanentes del presupuesto educativo, quienes desempeñan esos cargos son suplentes eternos.
Grandes incertidumbres, cuestionamientos, preguntas y debates ha generado por estos días el llamado proceso de reubicación docente, con reparto de horas, reasignaciones, redefiniciones y diferentes formas de establecer procesos de trabajo signados por la transitoriedad y nuevas formas de flexibilización.
Como representación docente y colectivo sindical los ejes de trabajo a los que nos abocamos articulan las condiciones laborales con garantía de continuidad y estabilidad, las condiciones pedagógicas y fundamentalmente la centralidad del aspecto pedagógico el cual requiere de trabajo epistemológico, con tiempos garantizados. Trabajo pedagógico-epistemológico que cuestione las lógicas dominantes en el proceso de construcción del conocimiento y alumbre nuevas formas en las relaciones sociales que vinculan el trabajo docente con la producción y circulación de conocimientos socialmente significativos.
El trabajo epistemológico como tarea docente necesita rescatar y asegurar proyectos educativos que han sido gestados y construidos a lo largo del tiempo en la realidad institucional, .alejándose del contexto de la inmediatez como política, de los formatos prediseñados que alejan la posibilidad de soberanía pedagógica
Esta reforma se plantea en proceso, es en el marco de un dispositivo oficial que se define a si mismo transitorio y preliminar en cuanto a ambas condiciones, las de trabajo y las pedagógicas, por lo tanto es susceptible de ser monitoreado, ajustado, criticado y reformulado, puede y debe ser contextualizado en el marco de un proceso mayor que paulatinamente incorporará todas las escuelas secundarias por lo tanto es necesario plantear formas de interpelación, de critica y de debate.
Planteamos la defensa de las condiciones materiales y simbólicas de la tarea docente y convocamos a un profundo debate pedagógico sobre los contenidos, necesitamos discutir sobre los términos de la democratización en el acceso al conocimiento.
Susana Cogno
Vocal en Representación de los Trabajadores de la Educación en el CGE